Pese a que los exportadores trabajan con clientes en Estados Unidos que distribuyen su producto, un cambio drástico en los “consumer trends” puede afectar drásticamente a las importaciones. No obstante, este cambio no tiene por qué ser malo. Es más, las exportaciones españolas del sector alimentario entran dentro de una de las tendencias que mayor importancia “health and safety”.
Según una investigación de McKinsey & Company sobre las tendencias de consumo entre la población americana, estableció 5 puntos principales:
El e-commerce y las compras online no se van a ir tras la pandemia: tras haber pasado una larga temporada acostumbrándose al distanciamiento físico y a la obligación de quedarse en casa, la forma en la que compran los consumidores ha cambiado radicalmente. A lo largo de los primeros meses de pandemia, las compras online aumentaron significativamente, y siguen aumentando en la actualidad. Las personas con un alto poder adquisitivo y los millenials son los principales impulsores de este cambia, especialmente significativo en las categorías de productos esenciales y de entretenimiento para el hogar.
La lealtad de los consumidores se ha visto reducida en un 75%: acompañando al cambio de vida que supuso la presencia del Covid-19 en la sociedad, se dio también un cambio importante en el comportamiento de los consumidores. Un 36% de los estadounidenses afirman que han probado nuevas marcas de productos, y un 73% de ellos tiene la intención de seguir haciéndolo. Estos aseguran que hay varias razones que les pueden llevar a cambiar de marca, como por ejemplo la disponibilidad de los productos o servicios, tanto física como en línea.
El consumidor americano elige los establecimientos con más controles sanitarios: la preocupación por la salud y la higiene sigue presente en el consumidor americano. Los estadounidenses piden que se sigan estrictamente los protocolos necesarios de higiene en los establecimientos, y que también informen de ello. Además, presentan una fuerte tendencia a mantener las actividades sin contacto, como la recogida en la acera o la autocompra en el comercio minorista.
El gasto general de los consumidores norteamericanos disminuye, pero la intención de gastar en categorías esenciales aumenta: un 40% de la sociedad estadounidense ha reducido el gasto en general, y esperan seguir haciéndolo en lo que no sea estrictamente esencial para sus vidas. Mientras que el gasto general disminuye, su intención de gastar en productos que consideran esenciales aumenta. Entre ellos se encuentran los comestibles, suministros para el hogar, productos de cuidados personal...
El rechazo a las actividades que se llevan a cabo fuera de casa por la dedicación de más tiempo a actividades en casa: parece ser que lo de pasar más tiempo en casa ha gustado a los estadounidenses, y dudan a la hora de reanudar las actividades que antes de la pandemia realizaban fuera de casa. Les preocupan los entornos compartidos, su intención de comer en casa se mantiene al igual que durante los meses con más restricciones, el uso de plataformas de entretenimiento sigue creciendo y reafirman la nueva costumbre de hacer deporte en casa, a través de plataformas online.
Que los consumidores hayan reducido su lealtad con ciertas marcas y productos no hace más que reforzar la idea de que es el momento idóneo para intentar expandirse a este mercado. Más especialmente si tu empresa se dedica a productos de alimentación o de cuidado personal, ya que como se menciona en el estudio de Mc Kinsey, son los sectores en los que los americanos no prevén reducir gastos.
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